Recetas de Carnes

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Receta fácil de pollo en pepitoria

El pollo en pepitoria es una receta clásica de la cocina española. La receta original se solía preparar con gallina, pero por precio y comodidad para encontrar la carne en esta ocasión os ofrecemos la variante con pollo.

Este plato nos permite preparar una comida completa que, por lo menos a mí, en la mayoría de las ocasiones me resuelve un par de comidas. Si tenéis una cena en casa, no os compliquéis, con esta receta triunfaréis y no perderéis ni mucho tiempo ni mucho dinero.

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 pollo troceado
  • 1 cebolla grande
  • 3 o 4 cucharadas de maizena (si no tenéis, podéis usar harina)
  • 1 huevo cocido
  • Almendras tostadas
  • 1 cerveza
  • Vino
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • Ajo
  • Perejil

Lo primero que debemos hacer es salpimentar el pollo y enharinarlo. A continuación, cubrimos el fondo de una pota con aceite de oliva para freír el pollo un par de minutos; más o menos hasta que se dore por todos los lados. Retiramos el pollo de la pota y reservamos.

En esa misma pota, añadimos la cebolla muy picadita, la salamos y la pochamos poquito a poco a fuego medio. En esta receta, es muy importante que la cebolla quede muy pochada. Cuando le queden 5 minutos para estar lista, añadimos en la pota un pisado de ajo y perejil que prepararemos en un mortero.

Damos un par de vueltas a la mezcla y la dejamos que se cocine durante 5 minutos más. Una vez pasado el tiempo, se le añade un chorrito de vino y la cerveza; removemos bien y esperamos a que hierva el alcohol para que se evapore.

Añadimos el pollo a la cazuela, lo colocamos y esperamos a que hierva; una vez que lo haga, bajamos el fuego y tapamos la pota. Dejamos que todo se cocine durante más o menos media hora.

Un truco que podéis usar para saber cuándo el pollo está listo es ir viendo si la carne del pollo se separa de la piel y el hueso. Mientras tanto, damos vueltas con una cuchara de palo.

Mientras el pollo termina de cocinarse, cocemos el huevo durante 10 minutos en una olla aparte. Cuando esté listo, en un mortero, troceamos las almendras y añadimos ahí la yema del huevo, picada muy finita. Añadimos esta mezcla a la pota y dejamos que se cocine durante 2 o 3 minutos más.

Para no desaprovechar la clara cocida del huevo, podemos picarla también en trozos más grandes y servirla en un bol pequeño, aparte del guiso.

Como sugerencia para acompañar este plato, mi combinación perfecta es con el puré de patatas. Si queréis hacer un complemento fácil y especial para este plato podéis consultar la receta de puré de patatas casero en este otro post.

¡Buen provecho!

Receta de zorza gallega

La zorza gallega es una receta tradicional que se elabora con el lomo de cerdo cortado en cachitos. Se corta la carne en cuadrados y se adoba con especias y aceite. Se suele acompañar de patatas fritas, pero también se puede comer sola (a modo de tapa) o hacer con ella una empanada.

Lo único que debéis tener en cuenta es que tendréis que hacerla de un día para otro, porque necesita reposar para que se mezclen los sabores. Aún así, ¡la espera vale la pena! Además, el precio de este plato es muy barato, ya que generalmente se prepara con carne de cerdo (si no os gusta, también se puede preparar con ternera).

Ingredientes para 4 personas:

  • 800 g de lomo de cerdo
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 o ½ cucharadita de pimentón picante (al gusto)
  • 3 o 4 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • Vino blanco
  • Orégano
  • Perejil
  • Sal
  • Aceite de oliva

Lo primero que tenemos que hacer para preparar nuestra zorza es cortar el lomo de cerdo en cuadraditos. Es importante que no sean muy grandes, para que se frían mejor.

Colocamos los trozos de carne en un bol y los salamos. Pelamos los ajos y los cortamos en láminas; los añadimos al bol y removemos con una cuchara de palo.

Ahora es el momento de incorporar las dos cucharaditas de los pimentones y un buen chorro de aceite de oliva (suave o virgen extra, como queráis).

Volvemos a remover y, por último, añadimos la hoja de laurel, el orégano, el perejil y  un chorrito de vino blanco. Le damos vueltas un par de minutos y rectificamos la mezcla, si es necesario.

Una vez hecho todo, tapamos el bol de la zorza con un papel film y lo metemos en la nevera.

Es muy importante que el bol repose durante al menos 24 horas, ya que en este momento es cuando todos los sabores se mezclan.

Finalmente, al día siguiente, sacamos la zorza del frigorífico 15 minutos antes de freirla para que esté a temperatura ambiente.

Ponemos una sartén a calentar. No nos hace falta echarle aceite, porque la zorza ya lleva suficiente. A fuego alto, freímos la carne dándole muchas vueltas para que no se queme.

Retiramos y emplatamos. Tanto la carne como la salsita que están buenísimas, ¡probadlas!

Cómo hacer brochetas de lomo de cerdo

Para los amantes de las parrilladas de todo tipo, hoy os presentamos esta receta de brochetas de lomo de cerdo y verduras. Es ideal para cuando os entren las ganas de hacer un churrasco y no podáis salir por ahí a hacerlo.

Además, las brochetas son un plato muy completo y sano, ya que al llevar carne y verduras proporcionan el aporte calórico justo para cualquier comida.

Además, permiten muchas variaciones en cuanto a la guarnición: podéis acompañarlas de patatas fritas o de una ensalada. Incluso, también podéis probar a mezclarlas con salsas diferentes.

Ingredientes para 4 personas:

  • ½ kilo de lomo de cerdo
  • 8 tomates cherry
  • 1 pimiento rojo
  • 1 pimiento verde
  • 1 cebolla morada
  • ½ calabacín.
  • Sal
  • Ajo
  • Perejil
  • Aceite de oliva
  • Palos de madera o de acero para brochetas

Lo primero que debemos hacer es cortar la carne en cuadraditos y adobarla con un pisado de ajo, sal, perejil y un chorrito de aceite de oliva. Ponemos los trozos en un bol con el pisado y lo dejamos reposar mientras cortamos el resto de los ingredientes.

Lavamos los tomates cherry y reservamos. Cortamos la cebolla y los pimientos rojo y verde en cuadrados y reservamos también. Por último, cortamos el calabacín en rodajas. Salamos todas las verduras y las colocamos para después pincharlas junto a la carne.

Cuando la carne haya cogido el sabor del pisado y las verduras estén cortadas, comenzamos a preparar nuestras brochetas. Os recomiendo que nunca pongáis el tomate de primero, ya que corréis el riesgo de que se desparrame.

En un palo para brochetas colocamos un trozo de cebolla, un trozo de pimiento verde y otro rojo, un tomate cherry, una rodaja de calabacín y un trozo de carne. Repetimos esta serie de ingredientes dos veces en cada palo.

Finalmente, solo nos queda cocinar nuestras brochetas: podemos hacerlas en una plancha, en una sartén o al horno, como prefiramos. En la plancha y en la sartén solo hay que dejar que la carne se cocine y, cuando la pinchemos con un cuchillo y esté a nuestro gusto, la retiramos del fuego.

En el horno, debemos precalentarlo a 180º y, cuando esté listo, dejar ahí las brochetas sobre unos 15 minutos. Es cierto que, al horno, las verduras quedan mucho más ricas.

Para acompañar nuestras brochetas podemos freír patatas o hacer arroz cocido; sin embargo, lo que más pega con este plato son las salsas; si queréis cambiar un poco, aquí os dejo otros post sobre cómo hacer salsa rosa, cómo preparar guacamole o, la que en mi opinión más casa con este plato, cómo hacer salsa barbacoa casera¡Y a mojar!

* Foto propiedad de kiwilimon.com

Pechugas de pollo con salsa de nata

Si te gustan las salsas y, en especial, las que llevan nata, ¡este es tu plato!; rápido, fácil de hacer y con muy buen resultado: pechugas de pollo con nata y champiñones.

Si queréis escapar de las tradicionales pechugas de pollo a la plancha, hoy os presentamos una forma deliciosa de prepararlas, haciendo una salsa de acompañamiento que le de más sabor.

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 pechugas de pollo
  • 500 ml de nata para cocinar
  • 100 gr de bacon
  • 1 bandeja de setas frescas o un par de latas de champiñones laminados
  • Media tarrina de queso de untar (tipo Philadelphia)
  • Sal
  • Pimienta
  • Perejil
  • Aceite de oliva

Lo primero es cortar en trocitos las setas o champiñones y las tiras de bacon. Después, en una sartén empezamos a sofreír primero las setas y, cuando empiecen a estar pochadas, el bacon. Añadimos un poco de sal y pimienta.

Cuando el bacon y las setas estén en su punto, es el momento de añadir la nata, poco a poco, removiendo lentamente con la ayuda de una cuchara de palo.

Dejamos que se cocine así durante uno o dos minutos, sin dejar de remover; después bajamos el fuego, para continuar haciendo la salsa a fuego bajo. ¡Tened cuidado, la nata se quema con mucha facilidad!

Después de 10 minutos aproximadamente, la salsa empezará a espesar y la nata cogerá un tono más dorado. Llegó la hora de añadir la media tarrina de queso de untar y dejar que se funda durante otros cinco minutos.

Mientras la salsa coge cuerpo, en otra sartén puedes empezar a hacer tus pechugas a la plancha con una pizca de sal, pimienta y perejil. Cuando la salsa esté acabada, incorporamos en esta sartén las pechugas y dejamos que reposen durante unos minutillos.

Ahora solo os queda hacer una guarnición para estas maravillosas pechugas con nata: podéis acompañarlas de patatas fritas, o de arroz, aunque para mí el acompañamiento ideal es el puré de patatas.

Si queréis salir de la rutina y os atrevéis a preparar algo nuevo, en este otro post os enseñamos cómo hacer puré de patatas en casa. Queda riquísimo y no os llevará mucho tiempo, podéis hacerlo al mismo tiempo que preparáis las pechugas de pollo. ¡A comer!