Recetas de Tartas saladas

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Receta especial: tarta de espárragos verdes y bechamel

La tarta de espárragos verdes y bechamel es una receta original y que sorprenderá a vuestros invitados. Con el toque justo de nuez moscada prepararéis una rica tarta salada en un periquete, ya que es muy fácil de hacer.

Además, lo bueno de esta receta es que, como siempre, admite variaciones. Si os apetecen los espárragos verdes, pero no tenéis la masa quebrada, no hay problema. Podemos sustituirla por tortitas de maíz o por placas de lasaña o canelones.

Ingredientes para 4 personas:

  • Para la masa quebrada:
    • 250 g de harina fina
    • 125 g de mantequilla o margarina
    • 1 cucharada de aceite
    • ½ cucharadita de sal
    • 1 huevo
    • 1 vaso de agua
  • ½ mañojo de espárragos verdes
  • ½ litro de leche entera fría
  • 3 huevos
  • 100 g de queso (el que más os guste)
  • 1 cucharada colmada de maizena
  • Nuez moscada
  • Sal

Lo primero que debemos hacer es preparar nuestra masa quebrada. Para ello, mezclamos en un bol la harina junto con la sal, la mantequilla fría, el aceite y el huevo. Removemos con la punta de los dedos y añadimos poco a poco el agua hasta que se forme una masa compacta.Dejamos reposar la masa 30 minutos y después la estiramos con mucho cuidado para que no se pierda el aire.

Si es la primera vez que te animas a hacer esta masa, te recomiendo que le eches un vistazo a nuestra receta fáicl para preparar masa quebrada.

Si hemos comprado la masa en el supermercado, simplemente preparamos el molde para tartas y colocamos la masa dentro. Calentamos el horno a 180º y dejamos que la masa se cocine durante 7 minutos.

En una pota aparte, calentamos la leche. Cuando esté a punto de hervir, echamos ahí la maizena y removemos. Cuando pasen más o menos 3 minutos, retiramos del fuego y reservamos. Rallamos nuestro queso y lo añadimos aquí (guardaremos un poco para gratinar la tarta después).

Batimos los 3 huevos hasta que se forme una capa superficial de espuma. Añadimos, poco a poco, los huevos a la crema y reservamos una pizca para pintar los bordes de la masa. Es muy importante remover con una cuchara de madera mientras se mezcla todo. Salamos, especiamos con un poco de nuez moscada, y vertemos en el molde, encima de nuestra masa.

Colocamos los espárragos (cortados o enteros) un poco hundidos en nuestra crema para que no se sequen. Espolvoreamos con queso rallado y metemos el molde en el horno durante 15 minutos a 180º.

Cuando esté lista la desmoldamos y emplatamos para comer. Os recomiendo que la comáis casi según salga del horno; el queso estará derretido y los sabores que mezclarán mucho mejor. ¡Buen provecho!

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Tartaletas de huevos con chorizo

Las tartaletas de huevos con chorizo son un aperitivo ideal. Funcionan perfectamente como entrante para cualquier comida o cena en grupo. Si tenéis invitados en casa, probad a sorprenderlos con esta rica y sencilla receta.

Es una receta muy fácil y que necesita poco tiempo de preparación. Sin embargo, si queréis coger tablas en el mundo de las masas es también un plato estupendo para que practiquéis la masa quebrada.

Ingredientes para 4 personas:

  • 12 tartaletas de masa quebrada
  • 4 huevos o 12 huevos de codorniz
  • 2 chorizos
  • ½ cebolla
  • 1 chorrito de leche
  • Queso para rallar
  • Orégano
  • Ajo
  • Sal
  • Aceite

Lo mejor de esta receta es que se puede hacer de dos maneras: o bien con los huevos revueltos con chorizo, o bien con un huevo de codorniz por encima de la mezcla de chorizo y cebolla.

En ambos casos, lo primero que debemos hacer es preparar las tartaletas. Lo más cómodo es comprarlas ya hechas en el supermercado, sobre todo si tenemos que preparar más platos.

Sin embargo, si estáis inspirados, podéis tomároslo con calma y hacer vuestra propia masa de tartaletas. Si os animáis podéis seguir la receta en este post donde os explicamos los pasos a seguir para hacer masa quebrada.

Lo siguiente que debemos hacer es picar mucho la cebolla y el ajo para que queden en trozos muy pequeños; así casi no se notarán.

Junto con el chorizo cortado también en trozos muy pequeños, pochamos la cebolla con un poco de aceite de oliva; a los 7 minutos estarán listos. Reservamos.

Colocamos nuestras tartaletas en una bandeja de horno, las rellenamos con la mezcla de chorizo y cebolla y le rallamos un poco de queso por encima. Para mí, como más ricas quedan es con queso parmesano, pero podéis utilizar cualquier otro que tengáis por casa.

Metemos la bandeja en el horno unos minutos a fuego medio para que el queso se derrita y, mientras tanto, freímos los huevos de codorniz. Cuando el queso se derrita, sacamos las tartaletas y por encima colocamos un huevo frito.

Si por el contrario queremos hacer las tartaletas con los huevos revueltos, lo único que debemos hacer es batir los huevos, añadir un chorrito de leche y, cuando el chorizo y la cebolla se hayan pochado, añadirlo a la sartén.

Removemos un poco con una cuchara de madera para que se mezclen los ingredientes y rellenamos las tartaletas. Si se quiere, se le puede rallar un poco de queso por encima y meterlas al horno un par de minutos. ¡Riquísimas!

Tarta salada de salmón y queso azul

Las tartas saladas o quichés son unos entrantes estupendos y muy ligeros para cualquier comida o cena. Incluso para el día a día también nos pueden sacar de un aprieto si no podemos hacer la comida. Se pueden comer frías o calientes, así que son perfectas para llevárselas fuera de casa y comer en el campo o en la oficina.

Hoy os presentamos esta tarta salada especial, con salmón ahumado, cebolla caramelizada y queso azul; una receta diferente pero muy muy rica. Si tenéis una cena o una comida, quedaréis como reyes si lleváis esta quiché.

Aunque generalmente las recetas de tartas saladas llevan todo en crudo, por eso son tan fáciles, ésta que vamos a enseñaros hoy requiere un poco más de tiempo. Le vamos a añadir cebolla caramelizada, por lo que debemos invertir unos diez minutos más en prepararla.

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 masa quebrada grande y redonda
  • 1 paquete de salmón ahumado
  • 4 huevos
  • 200 ml de nata líquida
  • 1 trozo de queso azul o cabrales.
  • 1 poco de queso rallado
  • 1 cucharada de queso tipo Philadelphia
  • 1 pizca de nuez moscada
  • Sal
  • Pimienta
  • Para la cebolla caramelizada
    • 2 cucharadas de azúcar moreno
    • 1 cebolla mediana
    • 1 chorrito de crema de vinagre de módena
    • Aceite de oliva suave

La preparación de esta tarta salada de salmón ahumado y queso azul es muy sencilla. Comienza estirando un poco la masa quebrada, colocándola en un molde para tartas (cuanto más bajito sea, mejor).

Si os animáis a hacer la masa quebrada vosotros mismos, podéis encontrar aquí la receta.

Le damos unos pinchazos con un tenedor a la masa, poniendo un papel de horno por el medio, colocamos unos garbanzos encima para que la masa no suba demasiado.

Lo que debemos hacer a continuación es preparar la cebolla caramelizada. Si no sabéis como hacerla, podéis consultar este otro post en el que os contamos una receta muy fácil para hacer cebolla caramelizada.

Lo siguiente será preparar el condumio de la tarta. En un bol, batimos los 4 huevos y después añadimos la nata líquida. Añadimos sal y pimienta y la pizca de nuez moscada. A todo esto le incorporamos el salmón ahumado, la cebolla caramelizada y trozos muy pequeños del queso tipo Philadelphia.

Vertemos todo lo que mezclamos encima de la masa quebrada y rallamos queso por encima para que gratine. Después de que el queso rallado haya hecho una capa, colocamos cuidadosamente trozos de queso azul al gusto.

Horneamos durante más o menos media hora a 180º, vigilando que la capa superior no se queme y quede dorada. Cuando esté lista, la sacamos y la desmoldamos. Dejamos que enfríe un poco y ¡preparada para hincarle el diente!

Quiche de calabacín y queso azul

Si no conocéis el mundo de las quiches, este es el momento en el que descubriréis un conjunto de sabores y sensaciones. Las quiches son tartas saladas que generalmente podréis servir de aperitivo en comidas y cenas; tienen de base la masa quebrada, los huevos y la nata y se pueden rellenar de lo que más nos guste.

Aunque la receta original simplemente lleva huevos, nata y, en alguna ocasión, tiras de panceta, hoy os presentamos una quiche más vegetariana, con calabacín, cebolla y un toque de queso azul.

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 lámina de masa quebrada
  • 1 cebolla pequeña
  • 2 calabacines medianos
  • 50 gr de queso azul
  • 4 huevos medianos
  • 200 ml de nata para cocinar
  • 200 ml de leche
  • Sal
  • Pimienta
  • 1 cucharadita de mantequilla
  • Aceite de oliva

Lo primero que debemos hacer para preparar nuestra quiche vegetariana es estirar bien con un rodillo la masa quebrada que compramos ya hecha en el supermercado. Después, mientras precalentamos el horno a 180º, la colocaremos en un molde y la pinchamos con un tenedor.

También podemos hacer nosotros mismos la masa quebrada siguiendo esta receta.

Cuando el horno esté caliente, metemos el molde con la masa y horneamos durante más o menos 15 minutos hasta que la masa adquiera un color dorado. Cuando esté lista, sacamos y reservamos.

A continuación pochamos la cebolla (cortada en trocitos muy pequeños) en una sartén con un poco de aceite de oliva y la cucharadita de mantequilla. Cuando la cebolla empiece a estar casi transparente añadiremos el calabacín que previamente habremos cortado en dados, también muy pequeños.

Lo siguiente que debemos hacer es preparar la esencia de la quiche: los huevos y la nata. Batimos los huevos hasta que se forme una espuma por encima (así quedará más esponjosa) y vamos incorporando poco a poco la nata sin dejar de remover.

Echamos sal y pimienta en la mezcla de los huevos y la nata y añadimos las verduras pochadas. A continuación vertemos todo encima de la masa quebrada y, por último, cortamos el queso azul en láminas finas y lo colocamos en la superficie de la mezcla.

Finalmente, lo último que debemos hacer es hornear nuestra quiche, aproximadamente durante media hora (dependerá de vuestro horno) a 180º, vigilando siempre que no se queme y retirándola del calor cuando esté bien doradita. ¡Listo y preparado para comer!