La cebolla caramelizada es un vicio. Una vez que aprendáis a hacerla, no pararéis de incorporarla a todos vuestros platos favoritos. Le queda maravillosa a las carnes, aunque también la podéis usar como acompañamiento para un buen pescado.
Es una receta adaptable que se puede hacer de dos formas: en la sartén y al horno. Hoy nos dedicaremos a la que hacemos en la sartén, porque es la más básica.
Además de como acompañamiento de carnes y pescados, también la podemos usar como como complemento en quichés, perritos calientes y hamburguesas o incluso con pasta. La cebolla caramelizada es el recurso ideal cuando queremos ser originales en un plato.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 cebolla grande
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 chorrito de crema de vinagre de módena
- Aceite de oliva suave
Lo primero que tenemos que hacer para preparar esta receta de cebolla caramelizada es pelar y lavar la cebolla. Después de esto, picamos la cebolla en juliana o en trozos pequeños, como más nos guste. Ponemos el aceite a calentar y añadimos la cebolla.
Bajamos el fuego de nuestra sartén y dejamos que se poche la cebolla durante 7 minutos más o menos; es importante remover varias veces para que la cebolla no se pegue. Cuando la cebolla esté transparente incorporamos las dos cucharadas de azúcar.
Removemos durante 20 minutos y, cuando empecemos a notar que no podemos mover bien la cebolla en la sartén, es el momento de añadir la crema de vinagre módena. Si no espesa mucho, podemos añadir también un chorrito de brandy.
Volvemos a remover la mezcla durante 7 o 10 minutos para dejar que la salsa reduzca. Cuando veamos que ya se ha creado una especie de salsa alrededor de los trozos de cebolla, retiramos del fuego.
Antes de usarla, debemos dejarla reposar un rato, para que coja textura. Después de un tiempo, si queremos tomarla caliente, solo tenemos que darle un toque de calor en el fogón. ¡Lista!